Néstor.

Querido compañero, hoy te extrañamos y necesitamos más que nunca. Sé que guiaste estás nuevas elecciones, que por algo somos la fuerza nacional más grande. Sabemos que toda tu lucha no fue en vano ni mucho menos. 
Todavía recuerdo ese 27 de Octubre de 2010. No lo pude creer, pensaba que era una mentira mediática armada por la corpo para hacernos mal. Pero no, te habías ido. Y millones de personas, de militantes, de ciudadanos, de mujeres, hombres y niños/as fueron a despedirte. 
Yo lo hice en silencio, encerrándome en la dolorosa angustia de saber que se había ido esa esperanza que alguna vez llego para darnos alegría a los argentinos. No llore... putee, grite, me embronque. Pero sabía que con ninguna de esas cosas te iba a poder mantenerte con vida. Por eso empece a militar. 
Porque vos nos enseñaste eso, después de tantos años de angustias, de traiciones, de despojos. Tantos años de neoliberalismo arrasando con todo a su paso, vos viniste y nos mostraste que una Argentina diferente era posible, con mucho trabajo, con mucha política, pero que se podía si quienes representaban al pueblo, trabajaban en serio para el pueblo y con el pueblo. 
Nos enseñaste que las cosas se logran luchando. Militando. Que un proyecto nacional y popular, era posible, si trabajamos unidos, si construíamos pensando en lo colectivo y no cayendo en vanas y estúpidas individualidades. 
Sé que seguís viviendo en cada uno de nosotros, de tus militantes, de tus jóvenes, en los que creyeron en vos. En cada pareja que puede casarse sin importar su sexo, en cada pibe/a que cobra la AUH, en cada país de latinoamerica que lucha por liberarse de las ataduras imperialistas del norte, en cada chico que logra ir a la escuela, en cada jubilado. 
Vivís en nosotros, tu pueblo querido, por quien diste tu cuerpo y tu alma. 

Te extraño. Te extrañamos, muchísimo. 
Pero seguís estando, tanto y en cuanto nosotros sigamos militando por este proyecto, junto a tu amada e incondicional compañera. 
Ni un paso atrás, jamás podrán apagar tanto fuego. 
Hasta la victoria siempre compañero! 

La lucha de ayer es la lucha de hoy.

No quiero ser repetitiva y caer en las frases hechas y conocidas, ¿pero qué otra cosa me queda por hacer? No hay otra manera de expresar el sentimiento, el amor, que ellos y ahora nosotros sentimos. 
¿Qué queremos? A grandes rasgos, un mundo mejor. ¿Y cómo podemos lograrlo? Yo no puedo decirlo con exactitud, pero tenemos que empezar por acá, por nuestro lugar, sino de otra manera no se puede. ¿Cómo vas a plantar un jardín entero, lleno de flores por doquier, si no empezamos por una en particular? 
Por eso hay que militar, en la escuela, en el barrio, en el trabajo, en la universidad. Porque... el cambio empieza por ahí, desde ahí empieza la revolución. Y eso es lo que queremos una revolución. 
Eso es lo que querían aquellos pibes y pibas de mi edad, que dieron su vida por el amor a un ideal, a un país que creían que podía ser distinto, a un mundo que necesitaban cambiar. 
La lucha de ayer continúa hoy, con nuevas consignas porque el contexto es distinto, pero el objetivo sigue siendo el mismo. 

A 37 años de La noche de los lapices, seguimos escribiendo. 

Feminicidios.

Chicas y chicas, que mueren día a día producto de asesinatos. Matadas brutalmente por hombres, asesinos, enfermos. 
Y millones de veces veo lo mismo, la justicia no hace más que desviar la mirada del verdadero problema, para llevarlo a algo superfluo, para no tener que meterse en demasiados análisis sociales. Porque claro, ¿qué país quisiera tener que analizar el hecho de que existan feminicidios? Nadie en el mundo lo hace, y por más que estemos en un proceso transformador de la Argentina, en este caso, no vamos a ser los primeros.
"Venganza" "Ajustes de cuentas" "Drogas" "Suicidios"... podemos escuchar estas razones y muchas más, que no son nada más que una cortina para tapar lo que ya todos vemos, todos los días, en todas partes. Es como la alfombra para poder poner el polvo debajo de ella. Una careta. 
Mujeres asesinadas, ¿alguien hace algo? Nadie. 
Por una vez tenemos que detenernos y poner bajo la lupa la verdadera problemática que hoy nos esta afectando. 
Feminicidio, ni más ni menos. 

Jamás entenderán.

¿Qué sabrán ellos de amor, de entrega, de pasión? ¿Qué sabrán ellos, los guiados por el odio, sobre la emoción? Supongo que no deben conocer esos sentimientos que te llenan el alma de felicidad, supongo que no entenderán el significado de la palabra "lucha", o "proyecto". Supongo que simplemente conocen el odio, un odio que los pudre por dentro y no los deja ver más allá de sus propias narices. 

Jamás podrán sentir el orgullo que sentimos nosotros, los militantes. Jamás podrán emocionarse viendo al pueblo recuperando la plaza, a los genocidas en cárceles comunes. Con los jóvenes militando en los barrios, en las escuelas, en la calle. Con los chicos yendo al colegio. Con la gente que consigue un trabajo. Con aquellos que pueden acceder a la vivienda propia. 

Jamás podrán emocionarse al escuchar a una presidenta mujer, firme, con convicciones. 

Jamás entenderán. 

Comunicado "Chavez somos todos"

05/03/13

Comunicado: "Chavez somos todos"

Desde U.E.S Rosario queremos expresar nuestro profundo dolor por la desaparición fisíca del Comandante, presidente de Venezuela y líder de la Revolución bolivariana Hugo R. Chavez Frías; y así también nuestra solidaridad con el pueblo venezolano. Hace catorce años logró sacar a Venezuela de un pozo neoliberal en el que estaba sumergida, llevando a cabo políticas populares y haciendo valer la dignidad del pueblo, transformandolo en el verdadero protaginista de este cambio. Desde la estatización de la compañía petrolera nacional, comenzó a crecer la económia venezolana y dio lugar al desarrollo de un nuevo proyecto de país. Con el comienzo de una educación pública digna, alfabetizó a 2 millones de venezolanos que no sabían ni leer ni escribir, y los niños debían ser aceptados en los colegios con o sin documento. Se han entregado más de 200 mil viviendas a lo largo de estos años, el empleo se ha incrementado con cerca de 1,9 millones de puestos de trabajo en el sector privado y 478.000 en el sector público.En un presente donde el imperialismo se disfraza y se filtra en el pueblo de las maneras más indirectas y salvajes, donde la lucha es demonizada, donde las clases privilegiadas, como siempre, se ciegan en sus propios intereses. Hugo trabajó activamente para lograr una comunión entre los países que intentaban liberarse del colonialismo del siglo XXI, esta lucha se hizo de líderes como Nestor Kirchner, Lula y Evo Morales, quienes llenaron de esperanza y convicción a los humildes de la patria grande, haciéndoles saber que son parte del mundo. Chávez podrá desaparecer físicamente, pero sus ideas y su firme convicción Bolivariana seguirán de pie, sostenidas por una masa dispuesta a luchar.Porque hemos pasado por los momentos más horribles e inimaginables, y no han podido vencernos. Somos como la cigarra de Maria Elena Walsh, somos flores que resurgen de la tierra.Por eso compañeros, debemos estar unidos con convicción, lucha, transparencia, amor a la patria y a los humildes.¡Que florezcan mil flores! ¡Que las tierras del sur sean el jardín de la esperanza y de la lucha por la justicia social!Seamos millones levantando banderas, el pueblo unido con único objetivo: La felicidad colectiva.

Mujeres de colores.

Con ese cuerpo escultural, tallado con amor y pasión. Casi como un paisaje, con sus montañas y sus ríos, con sus curvas y sus cuevas. 

Con esa gracia al caminar, con ese amor que sabemos dar. Con esa bella sonrisa deslumbrante. Con esa fuerza y el coraje, con los que nos enfrentamos a los desafíos, a las desigualdades, a las injusticias, a las grandes tormentas que nos quieren derribar. 

Con esa paz que sabemos transmitir. Con la alegría que sabemos contagiar.  Con nuestra pura bondad. 

Con ese sentido de lucha, con nuestra convicción. Con nuestra gran inteligencia. Con nuestro conocimiento. 

Con nuestra historia. Con los impedimentos al cual tuvimos que enfrentarnos. 

Con los millones de colores con los cuales nos presentamos. Con los millones de colores que utilizamos para pintarnos, para pintar. Con los colores que transmiten esperanza. Con aquellos colores con los que decidimos pintar un nuevo cuadro, una nueva obra de arte. 

Somos mujeres de colores, todos diferentes, pero con un mismo objetivo. Llenar de color lo 

nuevo y lo viejo. 

Milena.

Frente a frente.

Estamos frente a frente, cara a cara, tratando de descubrir que es lo que sucede. 
Miró esos ojos que tanto conozco, mis ojos. Miró e inspecciono mis miedos, mis temores, esos que me impiden avanzar, que me atan los pies a la tierra, como si ellos fueran raíces y yo el fuerte tronco de un árbol resistiendo tormentas. 
Me quedo en silencio, observo aquella chispa que brilla, esa esperanza que aparece y me deslumbra. Aquella seguridad en medio de tantas incertidumbres. 
Y me vuelvo a mirar, y me encuentro en un laberinto con millones de caminos por seguir, con millones de salidas por alcanzar. Pero solo quiero llegar a una. 
Y pruebo y pruebo, intento y vuelvo a intentar. 
Y entonces cierro los ojos, y decido que seguiré intentando, hasta el final. 

Pa' delante Comandante!

Usted señor, es quien lidera esta lucha por un sueño colectivo, la Patria Grande, la unión latinoamericana. Usted señor, es un pilar muy importante en nuestro camino transitado hacía la liberación, la soberanía, la unión. Sin usted señor, nada de esto hubiese sido posible, porque se necesitaba alguien con la valentía y el coraje para poder enfrentarse contra el imperialismo yankee, contra la oligarquía. 
Porque usted mi Comandante, nos llenó el alma de esperanza a todos los hermanos latinoamericanos. Porque hoy señor, lo necesitamos más que nunca en pie. Porque hoy, todos nos unimos con un mismo objetivo, y eso es lo que usted logro. 
Y si señor, usted va a salir de esta. Porque usted señor, es un luchador. Y todo el pueblo bolivariano esta juntando fuerzas por usted, porque necesita las fuerzas necesarias para esta lucha por la vida! Porque esta es su lucha más importante, y hoy más que nunca nos necesita. Y aquí estamos, junto a usted. 

¡Pa´delante Comandante!